martes, 17 de febrero de 2009

Contra viento y marea: Plataforma europea contra los parques eólicos

Plataforma europea contra los parques eólicos:

http://www.epaw.org/


Carta abierta dirigida a las instituciones europeas

Descargar la carta

J.-L. Butré, Presidente de EPAW

3 rue des Eaux – 75016 Paris – France
Tel: +33 (0)6 80 99 38 08
contact@epaw.org

24 de noviembre de 2008

A la atención de la Comisión europea y del Parlamento europeo.

Muy señores míos:

La plataforma European Platform Against Windfarms « EPAW » (plataforma europea contra las centrales eólicas) fue fundada el 4 de octubre del 2008 en París por asociaciones francesas, alemanas, españoles, belgas e incrementadas poco después por otras de Reino Unido, Italia, Países-Bajos, y otros países cuyo numero sigue creciendo. También recibe numerosos mensajes de apoyo desde el mundo entero.

EPAW está a favor de las energías renovables siempre y cuando sean eficaces, y siempre que sean aceptables para la sociedad, la economía, y el medio ambiente. Por eso, es imperativo que por lo menos su implementación sea realmente concertada con las poblaciones locales.

EPAW deplora que el desarrollo de ciertas de esas energías renovables se haga en la Unión Europea bajo la presión de lobbys financieros o ideológicos, lo cual tiene como inquietantes consecuencias unos resultados que no corresponden a las exigencias fundamentales del desarrollo sostenible.

EPAW observa que las centrales eólicas son el caso más preocupante porque absorban desde decenas de años la mayor parte de los fondos públicos destinados a las energías renovables sin jamás haber probado su utilidad, y peor aún perjudicando lo que existe.

EPAW alerta sobre los resultados cada vez más numerosos donde se viene a comprobar que las centrales eólicas son radicalmente contrarias a la política europea de desarrollo sostenible:

  • Tienen un efecto totalmente insignificante sobre la disminución de las emisiones de CO2, por causa de la necesidad de intervención activa por parte de centrales térmicas para regular la intermitencia de la electricidad eólica. Además, la eólica no reduce de manera significativa las costosas y cada vez más vulnerables importaciones de energías fósiles,
  • Obligan a que financiemos nuevos medios de regulación y un importante refuerzo de la red eléctrica europea cuyo equilibrio se encuentra amenazado por los altibajos de la energía eólica. La construcción de estas nuevas líneas de alta tensión conlleva también una insoportable agresión añadida contra el medio ambiente,
  • Engullan una cantidad enorme de fondos públicos para mantener el mercado artificial que les permite existir a pesar de su falta de rentabilidad propia, la que perdura tras varios decenios de progreso técnico. Aún más escandalosos resultan ser los excesos del ante dicho mercado artificial, los cuales crean grandes fortunas privadas a costa de las poblaciones sin que a cambio estas se beneficien de mejoras ecológicas reales, sino todo lo contrario,
  • Arruinan el patrimonio natural y cultural común constituido por los paisajes y los sitios de relevancia histórica. Desvalorizan los bienes inmobiliarios privados, incluidas habitaciones que son el fruto de una vida entera de trabajo,
  • Degradan la calidad de vida de los vecinos, hasta el punto de afectar la salud de algunos de ellos,
  • Perjudican la fauna de manera significativa, y devastan aquellas parcelas de naturaleza hasta ahora milagrosamente preservadas del hormigón, des las excavadoras, y del impacto destructivo de la actividad humana.

De cara a las alarmantes contradicciones entre los objetivos del desarrollo sostenible en Europa y los resultados de su política actual de desarrollo masivo de centrales eólicas, EPAW pide solemnemente a la Unión Europea:

  1. Una moratoria sobre todos los proyectos eólicos, incluidos aquellos ya autorizados.
  2. Un balance de la eólica en Europa, realizada por un grupo de expertos totalmente independientes de los lobbys interesados a fines de estudiar los 4 temas que detallamos a continuación:
  • Balance del carbón:

    Tras hacer el balance de las cantidades de CO2 emitidas durante la construcción, el mantenimiento, la supervisión y el desmantelamiento de las centrales eólicas, el estudio deberá precisar todos los efectos indirectos que resultan de su funcionamiento.

    En particular, se tendrá que evaluar la cantidad de CO2 emitida por la regulación de la intermitencia de la electricidad eólica, la cual es realizada principalmente por centrales térmicas. Una síntesis deberá precisar el nivel real de contribución de la eólica europea de cara a los objetivos del protocolo de Kioto.

  • Balance económico:

    El estudio evaluará de manera objetiva los costos directos e indirectos resultando de la eólica, su impacto sobre el gasto público, y el efecto a largo plazo sobre las facturas de la luz para todos.

    Serán revisados en particular:

    • Todas las ventajas fiscales, subvenciones y tarifas preferenciales de las cuales se beneficia la industria eólica,
    • Todos los costos adicionales relacionados con la construcción de nuevas centrales térmicas, redes eléctricas y centros de regulación para remediar la problemática intermitencia de la electricidad eólica.

    Por beneficiarse de manera extraordinaria de fondos públicos de los países europeos, una auditoria financiera es precisa para averiguar la moralidad de la industria eólica y de sus proveedores. En particular se investigará las estructuras de las compañías y su uso eventual de paraísos fiscales.

  • Balance social:

    Los expertos, ayudándose de un grupo representativo de vecinos, deberán indagar el impacto de la eólica sobre la salud.

    El estudio deberá medir también la evolución del entorno de los vecinos, analizando la incidencia de las centrales eólicas sobre el valor inmobiliario y el atractivo turístico de las regiones donde se implantan, a lo largo de los años.

  • balance medioambiental:

    El estudio realizará un censo de los espacios naturales y de los paisajes destrozados por la implantación de centrales eólicas, en violación de la Convención Europea del Paisaje, la cual recordemos estipula: « Como reflejo de la identidad y la diversidad europea, el paisaje es nuestro viviente patrimonio natural y cultural, sea tal paisaje común o extraordinario, urbano o rural, en tierra o en el agua. »

    Por lo cual resulta inaceptable que las instituciones europeas permitan que millares de centrales eólicas arruinen y uniformicen el paisaje europeo desde Laponia hacia Gibraltar, a veces en el corazón mismo de espacios naturales protegidos por la red Natura 2000.

    Ornitólogos y biólogos explícitamente reconocidos por EPAW por su imparcialidad, evaluarán objetivamente los efectos de las centrales eólicas y de sus líneas de alta tensión sobre la fauna y su hábitat.

    Finalmente, el estudio hará un inventario de las contaminaciones de los suelos, riachuelos y capas freáticas causadas por la construcción y el funcionamiento de las centrales eólicas así como por los accidentes que las afectan, y en particular:

    • el hormigonazo que necesitan las bases de los aerogeneradores,
    • la construcción de las vías de acceso.

EPAW quiere recalcar que la política europea actual de promoción indebida de la industria eólica añade leña al fuego del euro-escepticismo. En efecto, sobre la respuesta que se ha dado a su toma de consciencia ecológica la opinión pública informada opina que las instituciones europeas han adoptado la eólica sin evaluar previamente sus características de funcionamiento, ni tampoco sus impactos reales sobre el medio ambiente. Considerando la importancia del asunto, una decisión basada solamente en el mito de la energía limpia que nos vende el lobby eólico no se puede entender por parte de aquellos ciudadanos europeos capaces de pensar por su cuenta.

Sería extremadamente lamentable que la Unión Europea se negara a re-examinar la situación ahora que se conocen los nefastos efectos de la eólica tanto sobre las personas como sobre la economía y el medio ambiente.

A la espera de sus noticias, les saluda atentamente.

Logo