sábado, 26 de septiembre de 2015

El verano que no queríamos (Informe Greenpeace julio 2015)



Informe de Greenpeace, julio 2015:
el verano que no queremos que ocurra.


Era todo un deseo, pero no se cumplió. A pesar de todo no está de más el el debate de ideas y los análisis, y por desgracia, cada año se aportan más contenidos para seguir contrastatando las informaciones y los análisis estadísticos. Apenas cambia el componente geográfico, algún nombre nuevo de localidad o comarca que pasa a la "lista negra", pero en general se dispone ya de muchas claves sobre lo que está pasando.

A modo de ejemplo ponemos este extracto del informe (pagina 9):



"Con el éxodo rural se ha producido también el fin de muchos
aprovechamientos agrícolas y forestales, actividades que han
gestionado durante siglos la biomasa de los ecosistemas forestales.
Territorios que tras la posguerra española eran utilizados para
la agricultura, el pastoreo, la extracción de leñas o el carboneo,
con escasa regeneración del arbolado, hoy son progresivamente
ocupados por matorral y regeneración natural del arbolado. A lo que
habría que sumar los 3 millones de hectáreas repobladas, gran parte
de ellas monoespecíficas y sin tratamientos silvícolas, lo que las
hace muy inestables y vulnerables al fuego. En gran parte de estos
territorios se ha cambiado el uso productivo por otros usos de tipo
lúdico (caza, recogida de setas y hongos, senderismo, etc).

Más de cincuenta años después, no solo la superficie de matorral y
arbolada ha aumentado, sino que una parte importante de estas masas
forman un continuo forestal de masas densas y con gran cantidad de
biomasa, algo que desde el punto de vista del riesgo de incendios las
hace extremadamente vulnerables."