miércoles, 23 de julio de 2008

Puerto de Santa Clara: rompiendo el bosque y la montaña en Sierra de Gata







En el marco del llamado Plan Transfronterizo de Obras y Servicios, la Diputación de Cáceres está culminando las obras de la carretera que desde San Martín de Trevejo (Cáceres) conduce hasta El Payo (Salamanca), pequeño puerto serrano conocido como "Puerto de Santa Clara", cruzando El Soto, el rincón más boscoso de Sierra de Gata. Desde las primeras fases del proyecto se veían venir las formas empleadas, tal como se ha denunciado en prensa en otras ocasiones, pero ahora se culminan las obras en la zona final del puerto, que además es la zona más sensible a todos los niveles. Nuestros temores se fundan no sólo en argumentos de tipo naturalista o ambiental sino que atañen a la propia seguridad vial, sin querer entrar en otras consideraciones de difícil justificación como necesidad de comunicación o intensidad de tráfico.
Apelando a determinados aspectos de normativas técnicas se imponen proyectos con criterios de difícil encaje con el entorno de las zonas de montaña en que se insertan porque consideran unos ingentes movimientos de tierra. No es sólo el hecho de que para mejorar la carretera sea necesario cortar 4 robles o 4 castaños, sino que con las propias dimensiones de plataforma del proyecto necesariamente estamos hablando de afecciones que superan la decena de metros, tanto en desmontes como en taludes. Y esto en los espacios de sierra son tremendas cicatrices en el terreno que, más allá de las consideraciones estéticas o paisajísticas, por las propias características de pendiente, pluviometría y circulación del agua en las laderas, favorecen la peligrosidad de los desprendimientos especialmente en invierno. De hecho, en esta zona se da la combinación de lluvias abundantes, fuertes pendientes, suelos arenosos sueltos y amplia cobertura boscosa, por lo que de manera natural son frecuentes los desprendimientos, conocidos en San Martín como reventones. Por supuesto, si de manera natural el propio terreno favorece los corrimientos de tierra, ¿qué no ocurrirá con obras como las que se han realizado? Estaremos atentos a las lluvias del invierno
Para zonas serranas y de gran riqueza natural la propia normativa de carreteras (Norma 3.1-IC. Trazado, de la Instrucción de Carreteras, 2000) establece la necesidad de criterios especiales para carreteras de montaña y las que discurren por espacios naturales de elevado interés ambiental o acusada fragilidad: todas las circunstancias que en el Puerto de Santa Clara concurren, pero que a tenor del proyecto parecen ignorarse.
Sobre todo cuando en comarcas como Sierra de Gata precisamente las distintas administraciones, comarcales, provinciales y regionales, están divulgando sus valores naturales y sus paisajes como reclamo turístico y recurso económico. Sin ir más lejos, uno de los más recientes folletos turísticos de Diputación sobre Sierra de Gata luce en su portada una preciosa vista otoñal del paraje que nos ocupa, y es San Martín de Trevejo una de las localidades serranas más visitadas por su tipismo y su entorno, siendo la vieja calzada que discurre por el Castañar del Soto o de Santa Clara el itinerario de senderismo más bello y conocido de la comarca. Y la propia Mancomunidad de Municipios de Sierra de Gata sacó una pequeña guía titulada "Sierra de Gata. Verde de verdad", con especial acogida para los valores naturales serranos. Unos valores que se plasman en los papeles pero que después o no se sabe o no se quieren defender.
Y es que el Puerto de Santa Clara era más que una estrecha carretera de montaña con árboles a los lados. Para valorar las cualidades estéticas y paisajísticas del mismo no hacía falta ser académico o especialista en ninguna ciencia, aunque en este caso la admiración que causa este enclave va acompañada de un amplio reconocimiento científico ante una importancia biológica ya evidenciada por el propio MOPU en su Reconocimiento Territorial de Extremadura (1981), dado su interés botánico. Este reconocimiento científico es reiterado asimismo por el estudio y la inclusión del Puerto de Santa clara dentro del Catálogo de los Espacios Naturales Vegetales de Extremadura, un trabajo que prestigiosos investigadores realizaron para la Junta de Extremadura en 1991. El propio CSIC y la Universidad de Salamanca han mantenido unas parcelas de investigación sobre bosques y suelos en pleno castañar. A estas valoraciones se agregan la inclusión de Sierra de Gata en Red Natura 2000 como Lugar de Importancia Comunitaria y como ZEPA, quedando el tramo final del puerto incluido dentro de ambas delimitaciones.
En infinidad de publicaciones e inventarios, como el libro Árboles singulares de Extremadura (2004), editado por la anterior Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, vuelve a reseñarse la importancia ecológica del Castañar del Soto, en pleno Puerto de Santa Clara, donde pueden encontrarse varias especies forestales incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura (Decreto 37/2001 de 6 de marzo), como acebos, olmos de montaña, abedules y mostajos, entre otras especies notables.

En definitiva, y aparte del reconocimiento científico expreso de su riqueza natural, el Puerto de Santa Clara es un enclave emblemático que goza de una identidad y importancia singular dentro del contexto de Sierra de Gata y sus paisajes. Unos paisajes que ya sufren un notable deterioro a causa de los incendios estivales y hacen necesario que las obras públicas promovidas por las distintas administraciones sean mucho más sensibles de lo que han sido hasta ahora, en coherencia con la imagen verde que proyectan desde las campañas turísticas oficiales, con sus folletos, carteles y libros de gran formato. Un paisaje donde la administración provincial, con dinero de todos, podía haber ejemplificado la construcción de una infraestructura viaria que, más allá de la ingeniería convencional, más allá de la consideración del territorio como soporte, ofreciera un respeto máximo a la singularidad de un entorno natural y paisajístico y cultural que ya no volverá a ser lo mismo.

Por la riqueza ambiental y paisajística, por la identidad cultural del entorno de Val de Xálima y de la Sierra de Gata en su conjunto, el Puerto de Santa Clara era mucho más que la carretera de San Martín a El Payo.


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