sábado, 29 de agosto de 2009

Nuevo mapa eólico del CENER





Una nueva herramienta para visualizar los datos manejados en torno al recurso eólico y elaborado por otro centro de referencia sobre el tema, el CENER (Centro Nacional de energías Renovables):

Los mapas de viento generados por CENER permiten identificar las zonas con mejores condiciones para la instalación de parques eólicos, así como disponer de "estaciones de viento virtuales" (series horarias a altura de buje de 10 años) en cualquier punto del área simulada. Estas estaciones virtuales son útiles para realizar cálculos de producción energética de parque eólico y como referencias válidas a largo plazo.

En la imagen se presenta como ejemplo el mapa de velocidades medias de viento de Europa y sur del Mediterráneo a una resolución de 0.2º x 0.2º. El mapa de 10 años y las series horarias de viento están disponibles para cualquier punto del dominio que aparece en la figura.

A diferencia de la anterior aplicación eólica del IDAE, la visualización y consulta de datos parece más intuitiva y sencilla. Activando la capa "Wind of Spain" se despliega la leyenda con el valor de los colores del mapa (desde los tonos azules, para los valores más bajos, pasando por amarillos intermedios y final rojizo para los valores de viento más elevados), valor que puede conocerse mediante el botón "i" (información) del menú. También desde el menú el botón "gráfica" ofrece una rosa de vientos por cada cuadrado (pixel) del mapa (velocidades, frecuencias e histograma de velocidades).

Una nueva herramienta, de nuevo, para comprobar la escasez del recurso en nuestra región, pese al denodado esfuerzo con que nos han presentado "la oportunidad de las eólicas". Basta con ver el predominio de azules y los escasos amarillos que se insinúan en algunas sierras. Si antes de abrir la veda a las eólicas se hubiera valorado la disponibilidad del recurso se habrían evitado muchos episodios donde la Administración regional ha evidenciado su "savoir faire", con medios y recursos públicos empeñados en una causa tan voluble como el propio aire. Si desde la Administración regional conocían la debilidad del recurso, aún más flagrante su insistencia en abrir procesos administrativos interminables y propensos a la sospecha de intereses, contando con la "observación participante" de autoridades municipales, de distinto pelaje político (lo cual ya insinúa un objetivo común: dinero fácil). Y desde las grandes empresas energéticas del sector eléctrico, sería curioso conocer las impresiones y comentarios de algún consejo de administración respecto al mercado extremeño y sus potencialidades. Tampoco se debe dejar de aludir al tratamiento con que se ha manejado la creación de puestos de trabajo asociadas a los parques, anhelo general que se ha tratado como condición indispensable y que sólo ha servido para generar unas falsas expectativas entre los ciudadanos del medio rural porque ahora se pretende que el argumento laboral pierda "fuelle", precisamente ahora (ver NOROESTE, 20 de agosto de 2009). Por no mencionar la lectura sesgada permanente que todo el proceso ha conllevado sobre los espacios naturales extremeños, calificados como áreas de exclusión eólica y a la postre sirviendo al demagógico argumento de que los espacios naturales son un "obstáculo para el desarrollo" y no unos espacios con valor propio y recurso en sí mismo.

Y no hacía falta que aparecieran estas aplicaciones informáticas y complejos modelos estadísticos para conocer el mapa eólico, aunque bienvenidas sean para evidenciar y poner sobre la mesa el "aire" con que se ha manejado la cuestión eólica en nuestra región. Si todo este proceso fuera un libro, y con permiso del ilustre escritor Pedro de Lorenzo, el título podría ser "Extremadura, la fantasía eólica".


http://cener.com/es/energia-eolica/mapas-viento.asp